¿Operarme en verano?

El verano siempre ha sido un periodo asociado al descanso, el ocio y los viajes, sin embargo, cada día más personas lo aprovechan de una forma diferente:

Se someten a una intervención de Cirugía Estética.

Operarse en verano tiene una ventaja clara y es que no hace falta gestionar una baja laboral y se evita el tener que dar explicaciones en el trabajo. Además, nuestro clima, al contrario que en otra zonas más cálidas, permite realizar un postoperatorio sin que suponga un tormento.

Las recomendaciones para alguien que se somete a una intervención de Cirugía Estética durante el verano son en torno al cuidado de la cicatriz. Durante las primeras 2 semanas tras la intervención, la herida quirúrgica no está completamente sellada por lo que se debe evitar el baño tanto en playa, piscina o centros tipo Spa. Pasados estos primeros 14 días, la cicatriz ya se ha cerrado completamente y simplemente tendremos que evitar su exposición al sol. Para ello, existen unos parches de silicona que proporcionan protección ultravioleta. Al ir a la playa o la piscina, basta con poner uno de estos parches sobre la cicatriz para mantenerla aislada del efecto nocivo del sol. El resto de los cuidados son similares a una intervención realizada en cualquier otro momento del año.

Las operaciones más demandadas durante las vacaciones de verano son las de contorno corporal (Lipoescultura, abdominoplastia,..) y mama (Aumento, elevación o reducción de pecho, corrección de asimetrías,…). Esto es así porque esta época del año es en la que más disfrutamos de una figura bonita y por otro lado sus cicatrices asociadas son fácilmente ocultables con los dispositivos que antes comentamos.

Si estás pensando en operarte de Cirugía Plástica en Vigo, el verano también puede ser un buen momento. Nada mejor que una agenda vacía para poder dedicar tiempo a cuidar de nosotros mismos.