Cuando los tejidos mamarios de sostén han perdido fuerza y la mama aparece caída y…
El caso de Almudena
Almudena es una paciente de 38 años, que acudió a nuestra clínica el día 15 de Marzo de 2015 para mejorar la forma y tamaño de sus pechos. Su deseo era tener un pecho “algo más pequeño” pero sobre todo no tenerlo tan caído. Además nos preguntó si era posible reducir también el tamaño de las areolas sin alterar su sensibilidad.
En ocasiones por factores genéticos, en ocasiones por circunstancias como el embarazo, dar el pecho, variaciones de peso importantes, … el aparato de sostén del pecho se debilita y no es capaz de mantener a la mama en su localización idónea.
El pecho caído se conoce como Ptosis mamaria y en ella existen diferentes grados. En los grados más leves vemos que únicamente se encuentra descendida las areolas o el polo inferior de la mama y en sus grados más severos ambos están caídos, situándose por debajo de la línea del surco submamario. El pecho caído puede acompañarse de exceso de volumen, como es nuestro caso, o de falta del mismo.
En el caso de Almudena la cirugía tenía estos 3 objetivos:
-Reducir el diámetro de las areolas y situarlas en su situación óptima, es decir, a la altura del surco submamario.
-Coger el tejido mamario que se encontraba en el polo inferior de la mama y trasladarlo al polo superior, donde rellenaría la zona del escote.
-Eliminar una parte mínima de tejido sobrante.
El día 18 de Abril realizamos la cirugía bajo anestesia general, con una duración de 2 horas y media. La técnica que empleamos se puede observar en el siguiente esquema. En él vemos que para poder conseguir nuestros 3 objetivos necesitamos realizar cicatrices alrededor de la areola , de la areola al surco submamario y otra oculta en el surco. Normalmente son cicatrices que pasan muy desapercibidas y son muy bien toleradas.
Al día siguiente de la cirugía Almudena fue dada de alta y siguió sus controles postoperatorios en la consulta. Durante las primeras semanas, tan sólo tuvo que evitar hacer esfuerzos con los brazos, llevar un sujetador específico de cirugía mamaria y dormir boca arriba. Tras 3 semanas ya pudo iniciar una actividad diaria normal.
El pecho se ve ahora con un volumen más equilibrado con su cuerpo, el polo superior está firme y lleno y las areolas, ya más pequeñas, se encuentran en su localización óptima. Almudena se encuentra más segura con su cuerpo, con un pecho rejuvenecido, cualquier vestido le sienta mejor e incluso se siente más cómoda que antes cuando realiza alguna actividad física.